Ultimo Gran Maestre de los Templarios es otro de los enigmáticos personajes de la fe y la cristiandad que con sus acciones no pudo ganarse el fervor del pueblo. Fue el último Gran Maestre de la orden del Temple, la fecha exacta de su nacimiento no se sabe a ciencia cierta pero se dice que fue en Borgoña hacia los años 1240 y 1244. Algunos historiadores señalan que nació en la ciudad de Vitry en el año 1243, fue hijo de Juan, Señor de Lonvy. Para que Jacques llegue al poder tuvieron que pasar muchas sucesiones como la del Maestre Guillaume de Beaujeau en Acre y Thibaud Gaudin, tras la muerte de este ultimo el año 1292, Bernard de Molay, recién se convirtió en el número 23 Gran Maestre visible de la Orden
Durante su mandato se dice que organizó en el año 1293 una serie de expediciones para vigilar a los musulmanes, logrando así entrar a Jerusalén el año 1298, buscando recuperar la ciudad de Tortosa en la costa de Siria para devolverlos a la fe, planeo otra expedición para Alejandría en el año 1300, sin mucho éxito.
A finales del año 1306 Jacques De Molay, llegó a
Europa donde se reuniría con Foulques De Villaret, debido a la demora de
su llegada, el Gran Maestre fue adelantando y revisando asuntos de las
ordenes del Rey y del papa, oponiéndose a sus ideas de la fusión del
Temple y del Hospital, aun cuando le habían advertido de represarías si
no aceptaba la unión. En otros temas como la nueva cruzada, Jacques
propuso una gran campaña donde los reyes de Inglaterra estarían
incluidos para deshacerse de las fuerzas terrestres de Egipto, ideas que
fueron refutadas por Felipe IV que no estaba de acuerdo. Poco a poco De
Molay fue ganándose adversarios por sus propuestas que no eran del agrado de otras autoridades eclesiásticas.
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La Maldición de Jacques de Molay y el fin de los caballeros Templarios 18/3/21
Uno de esos opositores fue el rey de Francia, que catalogó al Gran
Maestre como un anciano obstinado, interesado y falto de imaginación por
sus ideas de expandir los límites del reino en la cruzada. Además el
Rey aducía que De Molay, no tenía ninguna autoridad para querer hacerse
cargo de la campaña solo, sin ningún apoyo. Debido a las agresiones De
Molay, pidió al papa se investigue sobre las acusaciones que estaban
haciendo en su contra por los miembros del temple; el papa decide hacer
caso a la denuncia e incapacita al rey a realizar alguna acción mientras
dure las investigaciones.
De Molay regresa a París y fue mandado arrestar por los enemigos que se había ganado, el rey de Francia y Felipe IV, lo llevaron a prisión acusado de sacrilegio contra la santa cruz,
herejía e idolatría. El Gran Maestre fue torturándolo por lo que
confeso todas las acusaciones en su contra, de las que luego se
retracto. Su sentencia fue morir quemado en la hoguera el 18 de marzo de 1314,
donde públicamente se volvió a retractar y maldijo a sus enemigos
deseándoles las muerte dentro de unos plazos establecidos que fueron
acertados.
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