El famoso museo Hermitage se abrio al publico el 5 de febrero de 1852, en 1764 solo tenía 317
piezas de arte y ahora es, según el Libro Guinness de los récords, la
pinacoteca más completa del mundo.
Descubra las siete cosas mas curiosas del Hermitage
1)
La colección del centro incluye 3 millones de obras de arte que van
desde la Edad de Piedra hasta el siglo XXI y que ocupa cinco edificios
que se sitúan a lo largo de las orillas del río Neva, en el centro de
San Petersburgo. Los expertos dicen que si alguien pasara un minuto
contemplando cada una de las piezas expuestas, necesitaría 11 años para
verlas todas, contando con que pasara en el museo 8 horas diarias.
Además, el recorrido por todas las salas del museo sumaría una distancia
de 24 kilómetros.
Dentro del Hermitage
2) Según cuentan los empleados, antes de la Gran Guerra Patria casi
todos los cristales de las ventanas del Palacio de Invierno estaban
cubiertos de inscripciones hechas con anillos de diamantes por las damas
de honor y ayudantes de la familia real. Durante la guerra todas las
ventanas estallaron a causa de las ondas expansivas producidas por los
bombardeos nazis. Todas las ventanas fueron destruidas excepto una —la
única que hay en la oficina de la emperatriz Alexandra Fyodorovna con
vistas al Muelle del Palacio y el Almirantazgo—. La versión más probable
sobre la autoría de la nota dejada en el cristal es que fue hecha por
la esposa de Nicolás II, quien dejó la siguiente inscripción en inglés:
"Nicky 1902 looking at the hussars. 17 March" —Nicky está mirando a los
húsares. 17 de marzo—.
Rusia : Museo del Hermitage ( Documental ) 5/2/20
3) El cargo de director del Hermitage ha sido ocupado siempre por
hombres. Sin embargo, la primera responsable del museo fue una mujer —la
emperatriz Catalina la Grande—, que fue la impulsora del Pequeño
Hermitage y el Gran Hermitage, el Teatro del Hermitage y que además
desarrolló todo un increíble conjunto de edificios que ahora alberga el
museo. La emperatriz también adquirió las obras de arte que más tarde se
convirtieron en la asombrosa colección que podemos ver ahora.
Una de las salas del Hermitage
4) Entre las obras maestras del museo hay una que es famosa no solo
por su valor artístico sino también por un error cometido por el autor.
El cuadro ‘El retrato de Carlos I' contiene un error solo apreciable
para los más observadores. La obra data del año 1638 y su autor es el
famoso pintor flamenco Antoon van Dyck. En ella puede verse al rey
Carlos I de Inglaterra con dos guantes, ambos de la mano derecha.
También los genios tienen derecho a equivocarse.
5) Hasta mediados del siglo XIX el museo era un lugar reservado para
la élite: podía ser visitado solo con un permiso especial. Hasta
Alexander Púshkin, uno de los más famosos escritores y poetas rusos, se
vio obligado a pedir ayuda a su amigo, el poeta Vasili Zhukovski —que
trabajaba como tutor de los hijos del rey— para que le permitieran el
acceso al recinto. El emperador Nicolás I, nieto de Catalina la Grande,
permitió entonces que Pushkin visitara la biblioteca de Voltaire —la
famosa colección de libros del filósofo francés, censurada y prohibida
para su lectura—. Al mismo Nicolás I le gustaba pasear por las salas del
museo a solas e incluso prohibió que los sirvientes lo distrajeran en
aquellos momentos. Sin embargo, fue él quien en 1852 hizo que el museo
pasara a ser público, y para el año 1880 más de 50.000 personas
visitaban el Hermitage cada año.
Un empleado felino del Hermitage
6) Las leyendas del Hermitage son una parte importante de la
mitología de la ciudad de San Petersburgo: existen historias sobre los
fantasmas que vagan por las salas, los personajes que salen de los
cuadros y otros casos misteriosos. La historia más famosa cuenta que la
figura de cera de Pedro el Grande se pone en movimiento por las noches e
incluso hace reverencias si se cruza con alguien. Lo más curioso es que
dentro de la figura hay distintas bisagras que permiten cambiar su
postura y sentarlo en una silla. Para los que les gustan las historias
de miedo, el Hermitage tiene una enigmática pieza en la sala del Antiguo
Egipto —la escultura de la diosa Sejmet con cabeza de león, que era
extremadamente sanguinaria y anhelaba acabar con toda la raza humana—.
Una vez al año, supuestamente cuando hay luna llena, sobre las rodillas
de la diosa aparece un charco rojizo, parecido a una mancha de sangre,
que se seca antes de que llegue el primer visitante.
Vista al río Neva y el Museo
7) En el año 1960 un historiador de arte holandés fue a visitar el
Hermitage. Tras dar una conferencia fue invitado a tomar té por los
empleados del museo. De pronto el hombre notó en la pared un papel que
parecía un cuadro escondido tras el muro. El holandés tiró del trozo de
papel y todos se quedaron asombrados: lo que parecía un trozo de papel
oculto era en realidad el lienzo del famoso grabador holandés Hendrick
Goltzius —‘Baco, Ceres, Venus y Cupido'—, lo que dejó sin palabras
incluso a los empleados del museo. El cuadro tuvo una vida azarosa, ya
que fue comprado por Catalina la Grande en 1772, luego expuesto en la
Academia de las Artes de Moscú y tras la revolución de 1917 regresó al
Hermitage, pero hasta su descubrimiento nadie sabe cuánto tiempo pasó
cubierto de polvo y sumido en el olvido. Gracias al fortuito hallazgo,
el lienzo fue restaurado y ahora ya ocupa su merecido lugar en las salas
del museo.
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