Autora inglesa del género policíaco, sin duda una de las más prolíficas y leídas del siglo XX. Nacio en Torquay, Reino Unido, el 15 de septiembre de 1890. Hija de un próspero rentista de Nueva York que murió cuando ella tenía once años de edad, recibió educación privada hasta la adolescencia y después estudió canto en París.
Se dio a conocer en 1920 con El misterioso caso de Styles.
En este primer relato, escrito mientras trabajaba como enfermera
durante la Primera Guerra Mundial, aparece el famoso investigador
Hércules Poirot, al que pronto combinó en otras obras con Miss Marple,
una perspicaz señora de edad avanzada.
En 1914 se había casado con Archibald Christie,
de quien se divorció en 1928. Sumida en una larga depresión, protagonizó
una desaparición enigmática: una noche de diciembre de 1937 su coche
apareció abandonado cerca de la carretera, sin rastros de la escritora.
Once días más tarde se registró en un hotel con el nombre de una amante
de su marido. Fue encontrada por su familia y se recuperó tras un
tratamiento psiquiátrico.
BIOGRAFIA DE AGATHA CHRISTIE 15/9/21
Dos años después se casó con el arqueólogo Max
Mallowan, a quien acompañó en todos sus viajes a Irak y Siria. Llegó a
pasar largas temporadas en estos países; esas estancias inspiraron
varios de sus centenares de novelas posteriores, como Asesinato en la Mesopotamia (1930), Muerte en el Nilo (1936) y Cita con la muerte (1938).
La estructura de la trama de sus narraciones,
basada en la tradición del enigma por descubrir, es siempre similar, y
su desarrollo está en función de la observación psicológica. Algunas de
sus novelas fueron adaptadas al teatro por la propia autora, y diversas
de ellas han sido llevadas al cine. Entre sus títulos más populares se
encuentran Asesinato en el Orient-Express (1934), Muerte en el Nilo (1937) y Diez negritos (1939). En su última novela, Telón (1974), la muerte del personaje Hércules Poirot concluye una carrera ficticia de casi sesenta años.
Documental Agatha Christie : La reina del misterio 15/9/20
Quizá su mejor obra es una de las primeras, El asesinato de Roger Ackroyd
(1926), en la que la autora se sirvió del relato en primera persona
para ocultar y al mismo tiempo revelar la identidad del asesino. En El asesinato de Roger Ackroyd,
el médico rural Sheppard no sólo representa el papel de ayudante del
detective belga Hércules Poirot, sino que anota también los
acontecimientos originados por un asesinato por envenenamiento ocurrido
con anterioridad, un suicidio y el crimen mencionado en el título.
Proyecta publicar cierto día su informe como uno de los pocos casos "no
resueltos" por el famoso Poirot, y mantiene tan refinadamente
encubiertos los datos relativos a su propio papel, que al final permite
que el propio Poirot vea sus anotaciones.
Lo que según sus propias manifestaciones seducía
a Agatha Christie de esta constelación era la necesidad de formular
determinados pasajes del informe de una manera tan ambigua que al final,
cuando Poirot reúne las piezas sueltas del rompecabezas, el consternado
lector tiene que confesar que erróneamente no incluyó al farsante
Sheppard en sus consideraciones. Esta refinada construcción ha
convertido El asesinato de Roger Ackroyd en una de aquellas raras
novelas policíacas cuya segunda lectura produce en el aficionado a este
género más placer intelectual que la primera.
Agatha Christie ha tenido admiradores y detractores entre escritores y críticos. Se le acusa de conservadurismo y de exaltación patriótica de la superioridad británica. Pero se reconoce también su habilidad para la recreación de ambientes rurales y urbanos de la primera mitad del siglo XX de la isla inglesa, su oído para el diálogo, la verosimilitud de las motivaciones psicológicas de sus asesinos, e incluso su radical escepticismo respecto de la naturaleza humana: cualquiera puede ser un asesino, hasta la más apacible dama de un cuidado jardín de rosas de Kent.
Además de investigadores ocasionales, como un voluminoso y burocrático detective, imitación del míster Pond de G. K Chesterton, o una pareja de jóvenes espías ingleses adiestrados en la Primera Guerra Mundial,
inventó dos de los detectives más famosos del género: Hércules Poirot,
belga residente en Londres, ayudado por un inepto coronel Hastings que
homenajea al Watson de Arthur Conan Doyle,
y Miss Marple, una solterona chismosa que extrae de lo observado en su
pueblo natal, St. Mary Mead, el saber necesario para descubrir, mediante
sorprendentes analogías, la autoría de crímenes misteriosos en las
casas de campo o en los hoteles y balnearios que suele visitar.
Agatha Christie fue también autora teatral de éxito, con obras como La ratonera o Testigo de cargo.
La primera, estrenada en 1952, se representó en Londres
ininterrumpidamente durante más de veinticinco años; la segunda fue
llevada al cine en 1957 en una magnífica versión dirigida por Billy Wilder.
Utilizó un seudónimo, Mary Westmaccot, cuando escribió algunas novelas
de corte sentimental, sin demasiado éxito. En 1971 fue nombrada Dama del
Imperio Británico.
Agatha Christie fallecio en Wallingford, Reino Unido el 12 de enero de 1976
Extraordinararia imaginacion,de Agata,quien pudo plasmarla en todos sus libros. Gracias por compartir tan buena reseña.
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