Escritor, narrador, periodista y
guionista de televisión brasileño. Humanista polifacético, Paulo Coelho
se ha adentrado con éxito en mundos tan dispares como el de la música,
la prensa, el teatro o la televisión, aunque su nombre haya quedado
definitivamente consagrado en el ámbito de la narrativa contemporánea,
género que ha enriquecido con una de las novelas breves más importantes
del último cuarto del siglo XX: El alquimista.
Nacio el 24 de agosto de 1947 en Río de Janeiro. Hijo de una familia acomodada, Paulo Coelho
recibió una esmerada educación primaria y secundaria a cargo de los
jesuitas, de donde pasó a cursar estudios superiores de derecho. Pero,
alentado desde muy temprana edad por una marcada vocación literaria,
abandonó estos estudios universitarios para dejarse llevar por su pasión
por la escritura y dedicarse a cualquier actividad que le permitiría
estar en contacto directo con la creación literaria.
PAULO COELHO EL PEREGRINO DOCUMENTAL 24/8/19
Así las cosas, durante algún tiempo ejerció la
docencia como profesor de teatro, ocupación que fue alternando con sus
primeras composiciones de letras musicales para grupos de samba y bossa
nova. En estas letras de Paulo Coellho se aprecia nítidamente un influjo
de distintas corrientes espirituales puestas en estrecha relación con
los postulados del movimiento hippie de los años sesenta. Años después
(desde 1974 hasta 1981), sus aficiones y saberes musicales le llevaron a
aceptar un puesto de ejecutivo en la casa discográfica Polygram.
Anteriormente, Paulo Coelho había ejercido también el periodismo,
dedicación que culminó en una etapa al frente de la dirección del
periódico Express Underground.
Mientras desempeñaba
estas variadas actividades, Coelho no abandonaba su empeño de
convertirse en un escritor consagrado. Finalmente, el empujón decisivo
le llegó en 1981, cuando viajó a Holanda en compañía de su esposa para
entablar contacto directo con un misterioso personaje, Jean, que a
partir de entonces se convirtió en su maestro y empezó a ejercer sobre
el escritor brasileño una influencia similar a la que deja en sus
acólitos un guía espiritual.
Jean introdujo a Paulo Coelho en la hermandad RAM (Regnum Agnum Mundi),
una especie de orden religiosa de confesión católica, que hunde sus
orígenes en la España medieval. A partir de entonces, Coelho, que fue
nombrado caballero de dicha orden, comenzó a prodigar sus visitas a
España, que dieron por fruto su primera aportación destacada a la
narrativa universal. Se trata de El diario de un mago, obra en la
que relata las peripecias de su propia peregrinación hacia Santiago, en
busca de una espada que representa el máximo poder en su mistérica
hermandad.
Poco tiempo después, Paulo Coelho volvió a los anaqueles de las librerías con una narración breve titulada L'Alchimista
(El alquimista, 1988), en la que presentaba a un pastor que, siguiendo
el dictado de sus sueños, parte de Andalucía para adentrarse en la
soledad del desierto.
Escrita en apenas quince días, El alquimista
se convirtió de inmediato en uno de los mayores éxitos contemporáneos de
la literatura escrita en lengua portuguesa. Fue traducida a numerosos
idiomas (en la actualidad, hay más de veinticinco versiones en otras
tantas lenguas), y durante muchas semanas batió todos los récords de
permanencia en las listas de los libros más vendidos de Brasil, Francia,
Italia e Israel. En España, la obra despertó tanto interés que, a los
diez años de haber aparecido, ya había alcanzado prácticamente las
cincuenta reediciones; y en todo el mundo se vendieron, durante el
decenio que va desde 1988 hasta 1998, unos diez millones de ejemplares.
La crítica literaria universal, admirada no sólo por la calidad de El alquimista,
sino por la sorprendente circunstancia de que Coelho se hubiera
convertido de repente en el escritor hispanoamericano que más libros
vendía en todo el mundo (después de Gabriel García Márquez), no escatimó sus elogios a la hora de situar esta obrita a la altura de otras piezas maestras del género, como El Principito de Antonie de Saint-Exupéry o Juan Salvador Gaviota, de Richard Bach.
En efecto, tanta fue la repercusión de El alquimista,
que en 1994 fue considerado como "El libro del año" por la Library
Association de Estados Unidos, y en mayo de 1996 fue finalista del
prestigioso premio Ennio Flaiano de narrativa. Pocos días después (el 2
de junio de 1996), su autor fue distinguido con el premio Crinzane
Cavour, uno de los galardones internacionales más importantes de nuestro
tiempo. Además, en el mes de abril de aquel mismo año Paulo Coelho
había sido reconocido en París con las insignias de Caballero de las
Artes y las Letras Francesas.
Además de El alquimista, el escritor brasileño también es autor de otras obras que han merecido el reconocimiento unánime de la crítica universal. Entre ellas, resulta obligado destacar Brida y, sobre todo, A orillas del río de piedra me senté, donde mezcla los ingredientes propios de la novela amorosa y la literatura de viajes para reconstruir una bella aventura de iniciación situada en el marco incomparable del Monasterio de Piedra. En 1996, esta obra de Coelho (que, conocido en su país natal como el "mago das letras", ha desplazado a Jorge Amado del primer puesto entre los autores brasileños más vendidos) se convirtió en el ejemplar más comprado en la decimotercera Bienal Internacional del Libro de Sao Paulo.
Sin embargo, no paró aquí el éxito de Paulo Coelho, ya que a un nuevo relato de sumo interés, titulado El don supremo de Henry Drummond, añadió en 1996 una bellísima recreación basada en un pasaje del Antiguo Testamento, aparecida bajo el título de O Monte Cinco.
La acogida de esta nueva obra de Coelho fue tan espectacular en todo el
mundo, que en tan sólo dos semanas se agotó su primera edición,
compuesta por cien mil ejemplares. El 14 de febrero de 2000 presentó Verónika decide morir,
una novela sobre la locura, que nada más salir en Brasil vendió 1,5
millones de ejemplares. Dos años más tarde, el 25 de julio de 2002,
ingresó en la Academia Brasileña de las Letras (ABL).
El autor y académico carioca eligió la primavera de 2003 para lanzar a las librerías Once minutos,
la novela más erótica de su aplaudido catálogo creativo. Entre otros
reconocimientos, Paulo Coelho fue nombrado en Francia Caballero de las
Artes y las Letras (1996) y Caballero de la Orden Nacional de la Legión
de Honor (2000), en el mismo país, y obtuvo el Premio Internacional
Flaiano (1996) y el Premio Literario Super Grinzane Cavour (1996).
Además, es consejero especial de la Unesco para el programa de
convergencia espiritual y diálogos interculturales.
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