Poeta.y dramaturgo español del Siglo de Oro,
máximo exponente de la corriente literaria conocida más tarde, y con
simplificación perpetuada a lo largo de siglos, como culteranismo o
gongorismo. Nacio en Córdoba el 11 de julio de 1561 en el seno de una familia acomodada, estudió en la Universidad
de Salamanca. Nombrado racionero en la catedral de Córdoba, desempeñó
varias funciones que le brindaron la posibilidad de viajar por España.
Su vida disipada y sus composiciones profanas le valieron pronto una
amonestación del obispo (1588).
En 1603 se hallaba en la corte, que había sido
trasladada a Valladolid, buscando con afán alguna mejora de su situación
económica. En esa época escribió algunas de sus más ingeniosas
letrillas, trabó una fecunda amistad con Pedro Espinosa y se enfrentó en
terrible y célebre enemistad con su gran rival, Francisco de Quevedo. Instalado definitivamente en la corte a partir de 1617, fue nombrado capellán de Felipe III, lo cual, como revela su correspondencia, no alivió sus dificultades económicas, que lo acosarían hasta la muerte.
Aunque en su testamento hace referencia a su «obra en
prosa y en verso», no se ha hallado ningún escrito en prosa, salvo las
124 cartas que conforman su epistolario, testimonio valiosísimo de su
tiempo. A pesar de que no publicó en vida casi ninguna de sus obras
poéticas, éstas corrieron de mano en mano y fueron muy leídas y
comentadas.
[La dulce boca que a gustar convida ... Soneto] 23/7/19
LLORABA LA NIÑA. Paco Ibáñez--- Poema de Luis de Góngora 11/7/21
En sus primeras composiciones (hacia 1580) se adivina ya
la implacable vena satírica que caracterizará buena parte de su obra
posterior. Pero al estilo ligero y humorístico de esta época se le unirá
otro, elegante y culto, que aparece en los poemas dedicados al sepulcro
de El Greco o a la muerte de Rodrigo Calderón. En la Fábula de Píramo y Tisbe (1617) se producirá la unión perfecta de ambos registros, que hasta entonces se habían mantenido separados.
Luis de Góngora - Vicente Monera "Ándeme yo caliente..." 11/7/19
Luís de Gongora.A una rosa. 13/8/21
Entre 1612 y 1613 compuso los poemas extensos Soledades y la Fábula de Polifemo y Galatea,
ambos de extraordinaria originalidad, tanto temática como formal. Las
críticas llovieron sobre estas dos obras, en parte dirigidas contra las
metáforas extremadamente recargadas, y a veces incluso «indecorosas»
para el gusto de la época. En un rasgo típico del Barroco, pero que
también suscitó polémica, Góngora rompió con todas las distinciones
clásicas entre géneros lírico, épico e incluso satírico. Juan de
Jáuregui compuso su Antídoto contra las Soledades y Quevedo lo atacó con su malicioso poema Quien quisiere ser culto en sólo un día...
Sin embargo, Góngora se felicitaba de la incomprensión con que eran
recibidos sus intrincados poemas extensos: «Honra me ha causado hacerme
oscuro a los ignorantes, que ésa es la distinción de los hombres
cultos».
Luis De Góngora- A UN SUEÑO 11/7/20
El estilo gongorino es sin duda muy personal, lo cual
no es óbice para que sea considerado como una magnífica muestra del
culteranismo barroco. Su lenguaje destaca por el uso reiterado del
cultismo, sea del tipo léxico, sea sintáctico (acusativo griego o
imitación del ablativo absoluto latino). La dificultad que entraña su
lectura se ve acentuada por la profusión de inusitadas hipérboles
barrocas, hiperbatones y desarrollos paralelos, así como por la
extraordinaria musicalidad de las aliteraciones y el léxico colorista y
rebuscado.
La más bella niña... - Luis de Góngora (Audio Poema) 23/5/20
Luis de Gongora y Argote poema, a los celos. 23/5/21
Su peculiar uso de recursos estilísticos, que tanto se
le criticó, ahonda de hecho en una vasta tradición lírica que se
remonta a Petrarca, Juan de Mena o Fernando de Herrera.
A la manera del primero, gusta Góngora de las correlaciones y
plurimembraciones, no ya en la línea del equilibrio renacentista sino en
la del retorcimiento barroco. Sus perífrasis y la vocación
arquitectónica de toda su poesía le dan un aspecto oscuro y original,
extremado si cabe por todas las aportaciones simbólicas y mitológicas de
procedencia grecolatina. Luis de Góngora fallecio en Córdoba, el 23 de mayo de 1627
Su fama fue enorme durante el Barroco, aunque su
prestigio y el conocimiento de su obra decayeron luego hasta bien
entrado el siglo XX, cuando la celebración del tercer centenario de su
muerte (en 1927) congregó a los mejores poetas y literatos españoles de
la época (conocidos desde entonces como la Generación del 27: Federico García Lorca, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Jorge Guillén, Pedro Salinas, Luis Cernuda y Miguel Hernández, entre otros) y supuso su definitiva revalorización crítica.
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