Poeta
español de la Generación del 50 cuya obra fundió la experiencia
individual y el compromiso social. Nacio en Barcelona el 13 de abril de 1928. Integrante de la llamada Escuela de
Barcelona, junto con Carlos Barral y Jaime Gil de Biedma, cursó estudios
en las universidades de Barcelona y Madrid, licenciándose en derecho.
Hermano mayor de los novelistas Luis Goytisolo y Juan Goytisolo,
destacó especialmente como poeta, aunque también llevó a cabo una
importante labor como traductor, además de escribir artículos sobre
literatura y unos pocos cuentos. Su obra ha sido profusamente estudiada
por ensayistas y críticos literarios.
José Agustín Goytisolo es uno de los poetas de los años cincuenta (entre los cuales destacan Jaime Gil de Biedma, Carlos Barral, José Ángel Valente y Claudio Rodríguez)
en los que aparece con mayor claridad una nítida conciencia
generacional, que se caracteriza por el rechazo estético de la primera
posguerra y la afirmación ética de entronque machadiano, como puede
apreciarse en el poema Homenaje en Colliure, perteneciente a Claridad.
José Agustín Goytisolo - Historia Conocida 13/4/21
Su obra poética, extensa, variada y con una gran
carga autobiográfica, se encuentra en la línea del realismo social, de
acuerdo con las ideas políticas del autor, y resulta ser una exposición
permanente de sus compromisos éticos, sin dejar por ello de estar
imbuida de una intensa nota intimista. No obstante, su poesía no es en
absoluto panfletaria: ya en 1965, Goytisolo dejó claro que "la función
de la literatura es, a la vez, estética y social (...). En la medida en
que me ha sido posible, yo he procurado siempre sustraerme de los
peligros de una postura excesivamente simplista a fin de no caer en la
tentación de confundir los nobles sentimientos con la buena poesía".
Característica de su obra es la recreación del
propio entorno (personal, familiar, social) expresada a través de
registros que van desde la denuncia seca hasta la ironía y la sátira: el
autor contempla el mundo que le rodea desde una perspectiva
extremadamente crítica, presentada con frecuencia a través de registros
del humor, lo cual es una de las constantes de su producción. Esta
denuncia se llena de energía y sarcasmo cuando se refiere a las
realidades sociales más próximas al propio escritor, en especial cuando
trata de los usos y costumbres de la burguesía.
Palabras para Julia - Paco Ibañez 25/1/20
Otra faceta importante de su obra es el interés
prestado a la propia poesía y al oficio de poeta; sus ideas al respecto
sufren una evolución: en un principio, el autor, en consonancia con la
poética del realismo social, aboga por el compromiso político; a partir
de Bajo tolerancia, considera que el poeta es un ser distinto al
resto de los hombres, cuestión que antes había negado de forma
manifiesta en el poema Un hombre, incluido en Claridad.
La actividad literaria del autor se inicia con El retorno
(1955), libro que mereció un accésit al Premio Adonais de 1954 y en el
que aparece por vez primera el tono elegíaco presente en una parte
importante de su creación. Se trata de un largo poema a la muerte de una
mujer, identificada con su madre, que había fallecido en uno de los
bombardeos de Barcelona durante la guerra civil, en el que suma
componentes nuevos a los ya propios del género de la elegía.
NADIE ESTÁ SOLO - José Agustín Goytisolo 19/3/20
En los dos libros siguientes, Salmos al viento (1958, Premio Boscán) y Claridad
(1960, Premio Ausiàs March), se pone de manifiesto el carácter crítico
del poeta al rebelarse por medio de la denuncia contra un entorno
exterior mediocre y una sociedad asfixiante. Salmos al viento es
una obra en la que la amargura de la experiencia anterior y la producida
por la situación sociopolítica quedan reflejadas por medio de una
ironía y un sarcasmo que transforman la realidad, deformándola
monstruosamente y ridiculizándola. Claridad, por su parte, se caracteriza por su marcada impronta autobiográfica, por el continuo recuerdo de Antonio Machado
y por su tono coloquial, pues Goytisolo en esta época "intenta escribir
para todos". Estas tres primeras colecciones de versos del autor
quedarían reunidas poco después en Años decisivos (1961)
El compromiso político seguirá presente en sus siguientes libros, Algo sucede (1968) y Bajo tolerancia (1973). En Algo sucede
recrea temas que ya había tratado con anterioridad, como la poesía y el
oficio de poeta, el realismo crítico y la autobiografía. En Bajo tolerancia,
una de sus obras más sobresalientes, conjuga hábilmente ironía y
lirismo, denuncia y expresión ligera. En cuanto a la puntuación, será la
primera vez que haga desaparecer las comas y los puntos y coma; por
otra parte, se observa un enriquecimiento temático concentrado en la
intensificación y en un nuevo tratamiento y ampliación de motivos
anteriores.
El volumen Taller de arquitectura, de
1977, que apenas contiene materiales inéditos, se centra en los temas
urbanísticos y arquitectónicos, debido probablemente a su trabajo por
estas fechas en el Taller de Arquitectura de Ricardo Bofill. Dichos
temas ya se anunciaban en Bajo tolerancia, de donde proceden parte de los poemas. Del tiempo y del olvido, de 1977, y Palabras para Julia,
de 1979, vuelven a ser dos libros recopilatorios de composiciones ya
publicadas. El segundo, dedicado al cantante Paco Ibáñez, reúne textos
que abarcan toda la trayectoria poética del autor y un solo poema
inédito, que da título a la colección y hace referencia a la hija del
poeta.
Su siguiente obra, Los pasos del cazador
(1981), supone la culminación de su interés por el empleo de formas y
motivos de la lírica tradicional castellana, presente a lo largo de toda
su producción. A veces gran amor (1981) y Sobre las circunstancias
(1983) vuelven a ser recopilaciones de poemas ya publicados, junto con
unos cuantos inéditos. La primera se centra en la temática amorosa; la
segunda refleja el mundo de la burguesía a través de la ironía y el
sarcasmo. Final de un adiós (1984) es una obra en la que vuelve a la temática elegíaca de su primer libro, también presente en El rey mendigo
(1988), libro de tono melancólico y desengañado en el que la sensación
de decadencia y la proximidad de la muerte son patentes.
Ya en los años noventa publicó La noche le es propicia (1992), una efímera historia de amor que le valdría el Premio de la Crítica de 1993, la Novísima oda a Barcelona (1992), en doble versión catalana y castellana, y Cuadernos del Escorial
(1996). En los años ochenta había publicado cuatro cuentos cuyos
títulos responden a los personajes de un poema suyo que había alcanzado
gran fama al ser interpretado por Paco Ibáñez: El príncipe malo (1983), El lobito bueno (1983), La bruja hermosa (1984) y El pirata honrado
(1984). Dicho cantante musicó con notable éxito algunos de los poemas
de José Agustín Goytisolo, de quien era amigo, y con el que realizó en
la década de los noventa un espectáculo poético-musical en el que el
autor recitaba sus propios poemas.
Por lo que se refiere a su faceta como crítico,
centró su atención en la literatura en lengua española, catalana e
italiana. Compiló también una Antología cubana (1969) de poetas, y otra de Poetas catalanes contemporáneos
(1968), en versión castellana. Llevó a cabo además traducciones de
poetas catalanes contemporáneos como J. Carner, S. Espriu, G. Ferrater,
M. Manent, C. Riba, B. Rosselló-Porcel y J. Vinyoli, varias de ellas
publicadas en la colección "Marca Hispánica" de literatura catalana
traducida el castellano, que él mismo dirigía. Como traductor, se
interesó también por algunos poetas italianos contemporáneos, como P. P.
Pasolini, C. Pavese o S. Quasimodo.
José Agustín Goytisolo fallecio en Barcelona el 19 de marzo de 1999
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