Ernesto Sábato nacio en Rojas Argentina el 24 de junio de 1911, se doctoró en física en la Universidad de la Plata (1938) e inició una prometedora carrera como investigador científico en París, donde había ido becado para trabajar en el laboratorio que fundara la célebre Marie Curie. Allí trabó amistad con los escritores y pintores del movimiento surrealista, en especial con André Breton, quien alentó la vocación literaria de Sábato y despertó su fascinación por los arcanos del inconsciente, motivo que sería recurrente en su obra. En París comenzó a escribir su primera novela, La fuente muda, de la que sólo publicaría un fragmento en la revista Sur.
En 1940, de regreso en Argentina, comenzó a dictar clases en la Universidad Nacional de La Plata, pero se vio obligado a abandonar la enseñanza tras perder su cátedra a causa de unos artículos que escribió contra Juan Domingo Perón. Aquel mismo año publicó su ensayo Uno y el Universo (1945), en el que criticaba el reduccionismo en el que desemboca el enfoque científico y la deshumanización de la ciencia; tales ideas y una honda crisis vocacional y existencial padecida dos años antes lo orientaron definitivamente a la literatura. La obra prefiguraba buena parte de los rasgos fundamentales de su producción literaria y ensayística: brillantez expositiva, introspección, psicologismo y cierta grandilocuencia retórica.
Ernesto Sábato |
Extraordinaria muestra de sus aptitudes para el relato de corte psicológico, El túnel (1948) fue rápidamente traducida a diversos idiomas y llevada al cine. La narración tiene indudable originalidad y valores psicológicos relevantes: la confesión de Castel, que ha cometido un crimen pasional, enfrenta al hombre de hoy con una sociedad desquiciada y resalta los contrastes con pincel agudo y lleno de color. El estilo está en consonancia con el tema, dentro de un desequilibrado equilibrio.
La pintura fue otra de las pasiones de Sábato |
Fernando reconoce que su largo aprendizaje en la perversidad no tenía otro fin que situarle en posición de dar cumplimiento a esa necesaria búsqueda de lo subterráneo que cristaliza en su alucinante "Informe sobre ciegos", texto que constituye la tercera parte de la novela y que puede ser leído, como de hecho lo fue, con entera autonomía. Una vez adquirido este terrible saber vuelve a la vida para ser asesinado por su hija y amante, la cual, a su vez, busca su propia catarsis en el fuego, abrasándose entre los familiares recuerdos de la historia de su patria, en la casa natal.
Ernesto Sábato - Entrevista A fondo - 1977 . 30/4/20
Además de obtener un éxito de público impresionante, Sobre héroes y tumbas situó a Ernesto Sábato
en la primera línea del llamado Boom de la literatura hispanoamericana, fenómeno editorial que, en la década de 1960,
supuso el descubrimiento internacional de los narradores del continente: sus compatriotas Jorge Luis Borges y Julio
Cortázar,
los mexicanos Juan Rulfo y Carlos Fuentes, el colombiano Gabriel
García Márquez y
el peruano Mario Vargas Llosa
son algunos de los grandes autores que, junto a Ernesto Sábato,
arrancaron de la superación
del realismo que había caracterizado la novela europea y
norteamericana de entreguerras para construir, por diversos caminos, una
narrativa
de altísimo nivel, unánimemente aplaudida por los lectores y la
crítica.Su tercera novela, Abaddón el exterminador (1974), se centra en torno a consideraciones sobre la sociedad contemporánea y sobre el pueblo argentino, su condición «babilónica» y su presente, que adquieren en la novela una dimensión surreal, en que se funden realidad y ficción en una visión apocalíptica. La novela comienza con la breve reseña de "algunos acontecimientos producidos en la ciudad de Buenos Aires en los comienzos del año 1973", acontecimientos que, en buena medida, tienen que ver con la instauración de la dictadura militar que sumió en el terror a Argentina a lo largo de una década; uno de los referidos sucesos no es otro que la muerte de un estudiante, en el sótano de una comisaría, a manos de sus torturadores.
El resto de la narración pretende ayudar a comprender estos acontecimientos, si bien el método utilizado por Sábato dista de basarse en el científico; los argumentos utilizados por el novelista son "confesiones, diálogos y algunos sueños". Además, y ésta es una nueva singularidad de la novela, el propio autor es uno de los personajes, que vive y habla con sus criaturas, procedentes algunas de ellas de Sobre héroes y tumbas. El camino seguido para explicar la barbarie no pasa, al menos de forma preferente, por la sociología o la historia; es más bien un viaje al fondo de la propia noche, una búsqueda de la barbarie inconsciente, que no siempre presenta, cuando se manifiesta, un rostro sanguinario, sino también la mueca jocosa de lo grotesco o de lo insustancial.
Sábato entrega a Alfonsín el informe de la CONADEP (1984) |
Esa identificación entre Sábato y la autoridad ética quedó muy reforzada por su labor como presidente de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP), para la que fue designado en 1983 por el entonces presidente de la República, Raúl Alfonsín. Los meses que dedicó a investigar la represión durante el anterior gobierno militar de Jorge Videla no le dejaron aliento ni espacio para la literatura; finalizados los trabajos de la comisión, resumió aquella dura experiencia con las siguientes palabras: "He estado en el infierno". La conclusiones de la comisión quedaron recogidas en las cincuenta mil páginas del llamado Informe Sábato. En 1984 fue galardonado con el Premio Cervantes.
Biografías - Ernesto Sabato - Cronista de una época - Canal a 24/6/19
La obra de Sábato, que ha sido prestigiada con numerosos premios internacionales y difundida en múltiples traducciones, incluye
además multitud de ensayos, como Hombres y engranajes (1951), El escritor y sus fantasmas (1963), El otro rostro del
peronismo (1956), Tango: discusión y clave (1963), La cultura en la encrucijada nacional (1973), Tres aproximaciones
a la literatura de nuestro tiempo (1974), Apologías y rechazos (1979), Antes del fin (1998), La resistencia (2000)
y España en los diarios de mi vejez (2004). El narrador y ensayista argentino se dedicó además a la pintura, otra
de sus pasiones; en sus últimos años se vio aquejado de un grave problema de visión.Ernesto Sabato fallecio el 30 de abril de 2011, en Santos Lugares Argentina
https://www.biografiasyvidas.com/biografia/s/sabato.htm
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