Teólogo y reformador protestante. Educado en el
catolicismo, cursó estudios de teología, humanidades y derecho. Nacio en (Noyon, Francia el 10 de julio de 1509, con poco
más de veinte años se convirtió al protestantismo, al adoptar los
puntos de vista de Lutero:
negación de la autoridad de la Iglesia de Roma, importancia primordial
de la Biblia y doctrina de la salvación a través de la fe y no de las
obras.
Juan Calvino |
En 1541 los ginebrinos volvieron a llamarle y, esta
vez, Calvino no se limitó a predicar y a tratar de influir en las
costumbres, sino que asumió un verdadero poder político, que ejercería
hasta su muerte. Aunque mantuvo formalmente las instituciones
representativas tradicionales, estableció un control de hecho sobre la
vida pública, basado en la asimilación de comunidad religiosa y
comunidad civil.
Juan Calvino: Documental 27/5/20
Un Consistorio de ancianos y de pastores -dotado de
amplios poderes para castigar- vigilaba y reprimía las conductas para
adaptarlas estrictamente a la que suponían voluntad divina: fueron
prohibidos y perseguidos el adulterio, la fornicación, el juego, la
bebida, el baile y las canciones obscenas; hizo obligatoria la
asistencia regular a los servicios religiosos; y fue intolerante con los
que consideraba herejes (como Miguel Servet,
al que hizo quemar en la hoguera en 1553). El culto se simplificó,
reduciéndolo a la oración y la recitación de salmos, en templos
extremadamente austeros de donde habían sido eliminados los altares,
santos, velas y órganos.
JUAN CALVINO: Pastor, intelectual y REFORMADOR francés 23/12/20
La lucha por imponer todas estas innovaciones se
prolongó hasta 1555, con persecuciones sangrientas, destierros y
ejecuciones; después, Calvino reinó como un dictador incontestado.
Ginebra se convirtió así en uno de los más importantes focos
protestantes de Europa, desde donde irradiaba la Reforma.
El propio Calvino se esforzó hasta el final de su vida por hacer
proselitismo, extendiendo su influencia religiosa, especialmente hacia
Francia.
Muerto Ulrico Zuinglio
en 1531, Calvino se había erigido en el principal dirigente del
protestantismo europeo, capaz de hacer frente a la Contrarreforma
católica. El calvinismo superó pronto en influencia al luteranismo
(limitado al norte de Alemania y los países escandinavos): calvinista
fue el protestantismo dominante en Suiza y en Holanda, así como el de
los hugonotes franceses, los presbiterianos escoceses o los puritanos
ingleses (que después emigraron a Norteamérica), y otras comunidades
importantes de tendencia calvinista surgieron en países como Hungría,
Polonia y Alemania.
Calvino se opuso siempre a la fusión de las iglesias reformadas inspiradas por él con las de inspiración luterana, alegando irreductibles diferencias teológicas. Entre éstas destaca la doctrina de la predestinación: según Calvino, Dios ha decidido de antemano quiénes se salvaran y quiénes no, con independencia de su comportamiento en la vida; el hombre se salva si ha sido elegido para ese destino por Dios; y las buenas obras no constituyen méritos relevantes a ese respecto, sino una conducta también prevista por el Creador.
Quienes
han sido destinados a la salvación han sido también destinados a llevar
una vida recta; curiosamente, esta doctrina produjo entre los creyentes
calvinistas un efecto moralizante, caracterizándose dichas comunidades
por un extremado rigor moral y una dedicación sistemática al trabajo,
como Calvino prescribió. Otras peculiaridades de su doctrina, como la de
admitir el préstamo con interés (en contraste con los católicos y con
los luteranos) han permitido que desde Max Weber
algunos historiadores vieran en la ética calvinista el «caldo de
cultivo» más propicio para el desarrollo de la moderna economía
capitalista.
Juan Calvino fallecio en Ginebra el 27 de mayo de 1564
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